
¿Sabes la importancia que tiene una copa a la hora de consumir el vino? Vamos a examinarlas, para mostrarte las partes de una copa, de que se componen estos recipientes de cristal y para qué sirve cada una.
De esta forma vas a entender mejor la importancia de estas y que papel juega cada tipo de copa a la hora de potenciar las propiedades del vino.
Para resumirlo rápido…, las principales partes de una copa para vino son:
- Boca: la parte que entra en contacto con tus labios, encargada de concentrar y retener los aromas, además de evitar que el vino se derrame cuando lo giras en la copa.
- Cáliz: esta es la parte de la copa donde se sirve el vino, los hay barrigudos y estrechos. Los anchos tienen la función de oxigenar el vino y los estrechos de mantener la temperatura del vino y retener las burbujas del champagne.
- Tallo: es la parte de la copa por donde se sujeta, su longitud va en relación con el volumen y tamaño que tenga el cáliz, también tiene mucho protagonismo en la estética de la copa.
- Pie: esta es la parte de la copa donde se equilibra todo, base para apoyarla en la mesa o zona para agarrar la copa de una forma sofisticada, no influye en la mejora del vino al servirlo.
Estos elementos estarán siempre proporcionados entre altura, anchura y tamaño del cáliz.
La boca: partes de la copa de vino que te conectan



Le toca el turno a la sección más importante de una copa de vino, es justo donde entra en contacto con tus labios y el momento de descubrir el sabor tan especial que tiene. En función de su diámetro que tenga, el borde de la copa condicionara lo que sienta tu nariz y tu boca al entrar en contacto con los aromas y el vino.
El borde es una de las partes de la copa que tiene que tener suficiente amplitud para que te deje acercar la nariz y oler el contenido sin molestias. Si su abertura es cerrada, el vino se dirigirá hacia el final de nuestra boca, por el contrario, si la abertura es ancha, mojará la parte delantera de nuestra lengua.
La lengua detecta diferentes sabores cada zona, por este motivo es muy importante elegir la copa adecuada.
La boca en copas para vino tinto, blanco y rosado
- ✓ Parte por la que bebemos y más alta de la copa, se encuentra en el cáliz. Según que modelo y el vino que se sirva, el diámetro de la boca puede ser ancho o más estrecho, pero siempre es mejor que sea con el borde ligeramente cerrado para así condensar los aromas y que no se derrame al agitarlo.
- ✓ Cuando la boca es estrecha, mantiene y concentra mucho mejor el buqué del vino. Esto es ideal para captar los olores que se expanden en la cámara aromática de la copa. En cambio, si es más ancha, se siente mejor el sabor, de modo que cae desde más arriba y se extiende más por tu lengua.
El borde en copas para champagne y vinos espumosos
El borde en estos modelos para champán y vinos espumosos, es de los más estrechos que podemos encontrar en una copa, la principal característica que tiene, es que retiene las burbujas de los vinos mejor que una con la boca más ancha.
De modo que se consigue que no pierdan fuerza y con ello todo su encanto, así se mantienen intactas sus propiedades.
Partes de una copa: el cáliz en las copas de vino



Esta zona es la más importante de la copa, es la parte que contiene el líquido, sus formas y tamaños son variados, dependerá del vino que se sirva en ellas.
En función de su tamaño y su diseño, puede desarrollar el vino y potenciar sus aromas, destacar la textura y untuosidad del cuerpo y mejorar el equilibrio de los sabores florales, frutales, minerales y maderados del vino.
El balón de la copa de vino tinto, blanco y rosado
- ✓ Sobre todo para un tinto encontramos un cáliz grande, con formas barrigudas, de U, de balón y de globo, son anchas, estas copas son grandes, ofrecen un contacto más amplio con el aire, ideal para que se oxigene mejor.
- ✓ Las de blanco y rosado, el vaso es en forma de U o de tulipán, el tamaño del cáliz es menor, ya que no necesitan respirar tanto. Estos se sirven fríos, así se evita que se calienten y se terminen echando a perder.
El cáliz de la copa para champagne y vinos espumosos
El vaso es más pequeño con un diseño alargado y estrecho, con este diseño se busca concentrar y potenciar las burbujas del champán, las copas con el cáliz de esta forma se las conoce por nombres como flauta o tulipán.
El Tallo: la parte central de tu copa
Es una de las partes por donde se agarra una copa y va desde el pie hasta el cáliz. En algunos modelos, debe ser suficientemente largo para que se coja sin tocar el cáliz con la mano, ya que la temperatura corporal calentara el contenido.
Su longitud es proporcional al tamaño, define mucho la estética que tiene, a mayor longitud más elegante es.
El Pie: el equilibrio y la base de tu copa
Se puede nombrar también base o pedestal, es la parte estructural de una copa por donde se apoya en la mesa, se encarga de dar estabilidad y equilibrio. También es un sitio por donde puede sujetarse.
Conclusión sobre la función de las partes de una copa de vino
Para influir de manera positiva sobre las cualidades del vino que vas a servir, debes centrarte en cómo percibes los aromas, el cuerpo y su sabor.
Todas las copas tienen las mismas partes, no importa que sean para vino tinto o blanco, lo que cambia es su forma, en función del tipo de vino que sirvas. Elige bien la copa, para respetar y potenciar los aromas, destacar su textura, densidad y limpidez y sobre todo mantener un equilibrio correcto con sus sabores.
A continuación tienes divididas en tres secciones diferentes, las copas que debes utilizar para los principales tipos de vino, son tres: tinto, blanco y espumoso. Aprende más sobre ellas y entérate de cuáles son las mejores marcas.
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Ya que tienes claro los conceptos más importantes y conoces mejor las partes de una copa, puedes ver los modelos de copas que te mostramos y estrenarlas con tus amigos en tu próxima celebración.
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